Salud

Golpe de calor en niños: Cómo actuar y cómo prevenir

El golpe de calor en los niños puede ser algo peligroso de modo que tenemos que saber cómo tratar y también cómo prevenir.

golpe de calor niños
Cómo tratar y cómo prevenir el golpe de calor de los niños
Blanca Espada

El golpe de calor «es un estado de malestar general» , causado por el hecho de que el organismo no puede mantener su propia temperatura ante un aumento excesivo de la temperatura externa, algo que pueden sufrir mucho más fácilmente los niños pequeños (así como los ancianos), de modo que tenemos que estar alerta ahora en verano, y saber identificar un golpe de calor en los niños, para tratarlo adecuadamente y también como no, saber cómo prevenir.

Síntomas del golpe de calor en los niños

Para entender cuáles son las condiciones en las que es más probable que ocurra un golpe de calor, es necesario saber primero de todo que nuestro cuerpo está naturalmente equipado con una capacidad de termorregulación, por lo tanto, en condiciones normales, logra mantener su temperatura en equilibrio, por ejemplo con mecanismos como la transpiración y la sudoración, que dispersan el exceso de calor.

Sin embargo, en condiciones extremas, el organismo se vuelve «loco» y surgen problemas. A veces esto sucede también si esa capacidad de termorregulación no está del todo desarrollada, algo que puede suceder a los bebés y niños pequeños, de modo que debemos conocer bien cuáles son los síntomas de un golpe de calor.

  • náuseas y vómitos
  • hipertermia
  • dificultades respiratorias
  • calambres musculares
  • confusión mental
  • cansancio y debilidad
  • pérdida de consciencia

Lo habitual es que ocurra después de que el niño haya estado bajo el sol durante bastante rato o en un lugar donde la temperatura es elevada, algo que desgraciadamente ocurre más frecuentemente de lo que se desearía ya que son muchos los casos en los que por ejemplo, los niños se dejan encerrados dentro de los coches.

Golpe de calor en los niños: cómo tratar

Es importante entonces mantener a los niños siempre frescos y en espacios donde la temperatura no sea superior a la de su propio cuerpo, pero en el caso de que se haya producido un golpe de calor, lo primero que se debe hacer es bajar la temperatura del niño.

  • Para ello, podemos mover al niño a un ambiente más fresco, le quitamos la ropa o le vamos mojando (no de golpe sino de forma progresiva) con agua fresca.
  • Por otro lado, es importante también rehidratar al niño, haciendo que tome pequeños sorbos de agua (no de golpe) o de una solución salina rehidratante, para reponer las sales minerales perdidas por la sudoración.
  • En algunos casos puede ser bueno también darle un un antipirético: paracetamol o ibuprofeno.

En las situaciones más superficiales, estas precauciones son suficientes (en general, el niño se recupera en 15-30 minutos) aunque deberá pasar un chequeo posterior por parte del pediatra. En situaciones que parezcan ser más graves, se debe llamar de inmediato al 112.

Golpe de calor: Cómo prevenir

Como hemos mencionado anteriormente, es importante que los niños (y más cuando son pequeños), no se sometan a altas temperaturas durante el verano, sobretodo NUNCA dejarlos dentro de un coche, encerrados y con las ventanillas bajadas, mientras por ejemplo paramos un momento para comprar.

Por otro lado, es importante también evitar salir en las horas más calurosas del día con los niños, especialmente si vamos a la playa. Mejor salir a primera hora de la mañana o a partir de las 16:00 horas.

Y además cuando salgamos a la calle, será importante también aplicar una crema protectora (cada dos horas) y dar agua a los niños para que no se deshidraten.

Otros consejos útiles:

  • Aumentar la ventilación de la habitación, incluso con un ventilador;
  • Vestir al niño con ropa ligera, preferiblemente lino o algodón y de color claro;
  • Mojar su cabeza a menudo;
  • Centrarse en una dieta rica en frutas y verduras.

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